Menos mal que está la convocatoria de la selección nacional de Gales para recordarnos que Gareth Bale sigue siendo futbolista. Y que juega o, mejor dicho, que pertenece a la plantilla del Madrid. Sé que hay muchos madridistas que están enfadados con el delantero por lo que consideran una enorme falta de compromiso con el club que le paga (mucho). Incluso, algunos piensan que Bale ya no le tiene respeto al Madrid y que su carrera en el equipo blanco se debe considerar un fracaso. Entiendo lo primero pero no comparto lo segundo. El galés quedará en la historia por algunos partidos míticos que han desembocado en importantes títulos. Carlo Ancelotti lo recuerda y por eso se mostró positivo ayer durante la rueda de Prensa previa al partido de esta noche cuando le preguntaron por Bale.

Sin embargo, opino que es mejor darle por perdido y no esperar nada de él para los últimos meses de contrato que le quedan (junio de 2022). Bale ya es pasado del Madrid. Lo entendí cuando me contaron una escena que ocurrió la temporada pasada en Inglaterra. El galés estaba cedido en el Tottenham y después de un partido de la Premier League charló de manera distendida con un jugador español del equipo rival. Éste le preguntó si iba a volver al Madrid para la temporada 2021-22. Y Bale contestó con una sonrisa: "Sí, de vacaciones". Estaba todo dicho.