Lo que nos dejó la Nations League

De la famosa jugada del gol de Mbappé sólo diré que, a mi modo de ver, debería anularse cualquier acción en la que un jugador en posición de fuera de juego condicione a un defensor hasta obligarle a intervenir activamente tocando el balón. Ya sé que el reglamento no lo dice, pero entiendo que lo más justo sería corregirlo para evitar situaciones como esta. Aunque no se mueva, un delantero, por su mera presencia en un lugar concreto, influye en un defensor. Porque si ese delantero no estuviera, el defensor podría estar pendiente de otra marca u optar por dejar pasar el balón para que lo recoja el portero. Si el defensor se equivoca en su despeje, claramente el futbolista adelantado habrá sacado ventaja de su posición, porque ha sido él, estando en fuera de juego, el que ha obligado al defensor a intentar despejar. El resultado de la final de la Nations League ya no se puede cambiar, pero sí estamos a tiempo de legislar de manera más clara y coherente con el espíritu del juego.

Con respecto a lo futbolístico, España volvió a demostrar que es un equipo riquísimo tácticamente, y que su manera de afrontar los partidos ante las potencias se ha confirmado como muy acertada. El de Luis Enrique es un conjunto especialmente eficaz en la presión adelantada y por eso juega sus mejores encuentros ante rivales poderosos: ante aquellos que tienen cierta intención de salir jugando con el balón. Quizá por ello, hasta ahora la gran asignatura pendiente de esta Selección ha sido derribar muros de rivales eminentemente conservadores, como lo fueron Suecia y Polonia en la Eurocopa o como lo han sido Grecia, Georgia y de nuevo Suecia en la fase de clasificación. Son equipos contra los que sirve de poco saber robar arriba, porque a las primeras de cambio mandan el balón a campo contrario. El entrenador asturiano está agregando cada vez más regateadores a sus listas, porque sabe que el desborde individual es una de las armas para perforar los bloques bajos. En este sentido, Yeremy Pino parece una inclusión interesantísima.