Ricardinho, la estrella y el GOAT

Lionel Messi y Cristiano Ronaldo han marcado una época en el fútbol. Todavía la están marcando. Para muchos, incluso, Messi puja por ser el mejor de la historia, eso que últimamente está tan de moda llamar el GOAT, siglas en inglés de Greatest Of All Time. El argentino suma seis Balones de Oro y cuatro Champions. El portugués, por su parte, concentra cinco Balones de Oro y cinco Champions. Además de unos números mareantes de goles. Pero a los dos les falta algo para instalarse en el altar sin debate: una estrella. Ninguno ha logrado ganar la Copa del Mundo con sus selecciones. Cristiano conquistó la Eurocopa con Portugal en 2016. Messi rompió su maldición con la albiceleste en la Copa de América de 2021, que recogió con lágrimas en los ojos. Pero carecen de la más reluciente, esa estrella en el pecho. A Messi le han recordado más de una vez que Diego Armando Maradona sí consiguió coronarse en el Mundial de México 1986, y no precisamente rodeado de galácticos. La estrella es decisiva para ser considerado el GOAT. El más grande de todos los tiempos.

Hay otro futbolista en una idéntica situación: Ricardinho. El astro que ha dominado el fútbol sala en los últimos años con seis Balones de Oro, tres Champions y una Eurocopa, de la que es actual campeón, tampoco tiene esa estrella bordada sobre el escudo de Portugal. A sus 36 años, ya más de vuelta que de ida, puede lograrla este domingo en la final del Mundial. Una conquista que le podría aupar como el GOAT, un pedestal que discute con su ídolo Falcao, dos veces rey con la canarinha. No será fácil. Su país ha avanzado a trompicones, con tres prórrogas en octavos ante Serbia, en cuartos contra España, tras remontada de 0-2, y en semifinales con Kazajistán, resuelta a los penaltis. Enfrente está Argentina, vigente titular, que ha tumbado a Brasil y ha ratificado que llegó a lo más alto para quedarse.