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Todo lo que pudo salir mal, salió mal: España, eliminada
La Selección se despide del Mundial en cuartos de final tras caer ante Portugal, que levantó un 2-0 (2-4). Un error arbitral propició el inicio de la remontada.
España dice adiós al Mundial de Lituania en cuartos de final tras caer en la prórroga ante Portugal (2-4), vigente campeona de Europa, que levantó un 2-0 en la segunda mitad. Al fin y al cabo el deporte siempre es justo, y el ganador lo es por méritos propios, pero todo lo que podía salir mal en Vilna, salió mal para España. Bien es cierto que la Selección no defendió bien la renta que consiguió en la segunda mitad (0-0 en el descanso)... pero la remontada portuguesa comenzó con un incomprensible error arbitral ¡tras revisar el VAR! André Coelho anotó con un potente disparo que no logró despejar Jesús Herrero y España recurrió al videoarbitraje. Los dos árbitros (de Egipto y Marruecos) vieron como Ricardinho cometía una clara falta por un empujón sobre Adolfo para asistir a Coelho. Pese a ello, dieron por bueno el gol, y a España le afectó.
Y es que el inicio de partido fue eléctrico, vibrante, con dos selecciones dispuestas a salir a por todo sin especular. Adolfo falló en el primer minuto una ocasión de las que no suele perdonar. Jesús Herrero, uno de los más destacados de España pese al gol, empezó a tomar protagonismo ante Ricardinho que, jugando mucho más retrasado que en su época de máximo esplendor, sigue siendo una peligrosa arma a sus 36 años. La presión alta de Raúl Campos suponía un incordio para los lusos, que rápido colocaron el cartel de cinco faltas sobre su banquillo. Quedaban diez minutos para el descanso y esa sexta falta, que tanto cuesta pitar, llegó casi sobre la bocina. Adri tuvo lanzamiento de doble penalti que tiró directamente fuera ante Bebe, el meta portugués que por momentos daba inseguridad a sus compañeros pero que cuajó un buen partido. Él mismo fue el que cometió esa sexta falta por una salida en falso.
No se movió el marcador al descanso, con la sensación de que la igualdad era justa. En la reanudación, España salió con otra marcha más, y eso se trasladó en el marcador. Adolfo, tras un pase magistral de Ortiz, definió con sutileza al primer toque. Se rompía la igualdad, pero España quería más. Adri, muy activo en el uno contra uno, se pidió lanzar una falta escorada... y pum, para dentro. A los tres minutos de la segunda parte, España dominaba por dos tantos. Tocaba controlar el partido, tirar de experiencia... y así fue durante un buen rato, hasta que a falta de nueve minutos llegó la jugada que cambió el partido. Tanto de Coelho asistido por un Ricardinho que cometió falta sobre Adolfo en la recuperación. España solicitó el VAR, la imagen parecía clara... pero nada. La Selección, además de ver como el gol era válido, se quedaba sin poder usar más la oportunidad de revisión al haber fallado. Incomprensible.
No era el día de España
El partido seguía parejo, y Portugal estaba ya preparando el portero-jugador en el banquillo... cuando Zicky empató a cuatro minutos del final. Un joven talento portugués que, en un partido calcado a la final de Champions de este año entre Barça y Sporting, volvió a demostrar su poderío. Y también, en aquel entonces, triunfaron los portugueses. Incluso Pany tuvo el tercero en la siguiente jugada. El palo lo evitó. Tras unos instantes grogui, España reaccionó y terminó el partido dominando, tratando de evitar la prórroga, pero cuando no tienes el día, pocos puede hacer. Tras numerosas ocasiones, quedaba un segundo: córner sacado por Ortiz y Adolfo, a un metro de la potería, al palo. Y bocinazo final. A la prórroga, un tiempo extra al que Portugal llegó también con cinco faltas.
Zicky cometió una mano que los árbitros la vieron involuntaria y España siguió apretando. La madera también seguía siendo protagonista. El balón no quería entrar. Bueno, entró, pero donde no debía. Raya despejó de forma errónea y su acción acabó con un gol en contra. Para no creer. Quedaba todavía la segunda parte de la prórroga por delante, cinco minutos, y España salió con Adri de portero-jugador. Fue un juego lento, sin ocasiones, con Pany Varela marcando el cuarto a portería vacía. Era el adiós de España al Mundial... y de nuevo en cuartos, como en 2016. Portugal, en semifinales ante Kazajistán, que remontó ante Irán. Brasil y Argentina componen la otra semifinal. El sueño de la tercera estrella tendrá que esperar, mínimo, otros tres años más.