Sergio Scariolo alineó de salida a Ricky Rubio, Rudy Fernández, Juancho Hernangómez, Víctor Claver y Marc Gasol en el primer amistoso de preparación para los Juegos de Tokio frente a Irán. Un reconocimiento al quinteto del equipo que conquistó el Mundial de China en 2019, que no se había vuelto a juntar desde entonces con la camiseta de España. Aquel grupo glorioso, en el que también participaron Sergio Llull, Willy Hernangómez y Pierre Oriola, se ha reforzado ahora con otros veteranos como Sergio Rodríguez y el renacido Pau Gasol, que ha vuelto a enfundarse la roja cuatro años después de la última vez para convertirse en el internacional más viejo de la historia, a tres días de cumplir 41. Esta preselección olímpica se completa con jóvenes que buscan su sitio y que pretenden adelantar el futuro, liderados por el emergente Usman Garuba, pundonor y carisma. Una combinación que de momento mezcla bien, aunque navega a dos velocidades. Los veteranos van despacito: la meta está en Tokio. Los jóvenes aceleran: quieran ganarse un puesto en la Selección.

El primer test preolímpico fue precisamente eso, un partido de contrastes. Los veteranos mantuvieron el pulso igualado, 37-36 al descanso. Sin prisas. “El equipo está todavía muy lejos de su mejor forma”, admitió Scariolo tras el choque. Pero en el tercer cuarto salieron los aspirantes, con hambre de Tokio, y dispararon el marcador con un parcial de 28-10, que supone un mejor reflejo del 88-61 que lució al final. Alberto Abalde, máximo anotador con 13 puntos; el combativo Garuba, el desequilibrante Darío Brizuela, el pujante López-Arostegui… Todos quieren convencer al seleccionador, saben que hay una oportunidad a la vuelta de la esquina... El futuro es suyo, porque muchos de los mayores no volverán a unos Juegos, pero también quieren estar en Japón, con un equipo formado por Garubas y Gasoles.