Alonso y Sainz rebosan ilusión
Los entrenamientos de pretemporada de Bahréin han dejado más conclusiones de puertas para dentro que hacia fuera. Y las que han trascendido, seguramente lleven a deducciones erróneas o distorsionadas. Como ejemplo, sirva el bajo rendimiento de Mercedes. Nadie puede pensar que dos semanas después, en el primer gran premio en Sakhir, el dominante monoplaza alemán no va a estar en punta. Como dicen los analistas de la F1, en los test se suele esconder más de lo que se enseña. Y posiblemente lo que se enseña, también tiene una doble intención. Como primer titular, todo apunta a que el Red Bull está afinado, con un motor Honda que desea una despedida a lo grande. Pero hasta el 28 de marzo, o incluso después, no sabremos si este año será una alternativa real al título.
Los test sí han servido como pasarela para disfrutar de los nuevos monoplazas y sus galácticos diseños. Y también de los nuevos pilotos, en un curso que ha sido especialmente activo en los cambios de volante. Por allí han hecho el estreno oficial de sus coches Sebastian Vettel, Daniel Ricciardo, Carlos Sainz, Fernando Alonso… El aficionado español, lógicamente, ha estado muy pendiente de los dos suyos, que protagonizan dos historias esperanzadoras. El madrileño, por su llegada a la mítica escudería de Ferrari. El asturiano, por su regreso a la Fórmula 1 dos años después, en la casa donde fue doble campeón, Renault. De momento tienen un par de cosas en común. Por un lado, las ganas de trabajar. Por otro, una excelente acogida de sus respectivos equipos. En el circuito, Sainz ha estado más rápido, tercero en la última jornada de preparación. Y Alonso, como de costumbre, por encima de su compañero, Esteban Ocon. Hay que ver cómo se traduce este trabajo cuando comience el Mundial. Entonces conocerán cuál es su verdadero sitio. Mientras tanto, los dos rebosan y trasmiten ilusión.