Un baño a la Real y otro a LaLiga

Los delanteros del United parecían gacelas libres por la sabana africana cada vez que corrían, mientras les seguían los defensas de la Real Sociedad como si viajaran por detrás en un Seat 600 humeante. Toda una viñeta de Mortadelo y Filemón. Imágenes que también vimos en el Sevilla ante el Dortmund y en el Barça ante el PSG. Es la cruda realidad del fútbol español en estos momentos con respecto al europeo.

La Real dignifica a LaLiga con su estilo pulcro y aseado que tan bien trata el balón y la salida desde atrás. Perfecto. Pero el fútbol hoy en día son espacios y transiciones rápidas, el fútbol que ideó Klopp y convirtió en suyo el Bayern campeón de todo, el mismo cuyo librillo aplican cada vez más equipos extranjeros, especialmente en la Premier y en la Bundesliga.

El movimiento contracultural de LaLiga lo encabezan conjuntos como la Real, bonitos pero vulnerables. Ser rápido ahora mismo es más determinante que ser técnico. El tiempo que tardemos en darnos cuenta es el que pasará entre una época gloriosa del fútbol español y otra que está por escribirse.

En esa encrucijada se encontró la Real ante un United punzante y directo. No tiene segunda versión el conjunto txuri-urdin, no sabe jugar a otra cosa que no sea manejar el balón y arriesgarse a ser sometido en cada contragolpe. Así ocurrió. No es un problema exclusivo de la Real, va más allá de eso. Por cierto, un apunte: estaría bien que los arbitrajes españoles permitieran el contacto como los europeos. Si no luego sucede que los rivales están mucho más adaptados a esa forma de pitar que nuestros representantes. También en eso vamos en otra dirección...