Messina lanza un SOS del basket

En junio pasado, durante un encuentro digital de AS con la Euroliga, Sergio Rodríguez propuso un modelo original para el baloncesto, que las competiciones no se solaparan, sino que se disputaran encadenadas, cada una con su espacio. Era una idea que se había escuchado otras veces en la canasta, por ejemplo a Pedro Ferrándiz. Aquel plan no tenía nada que ver con la pandemia, era simplemente una propuesta para que los torneos no compitan entre sí y para evitar confusión en los aficionados. Un calendario quizá utópico, pero razonable. En Europa, tal vez por el influjo del fútbol, eso ha sido siempre inviable. La tradición es que las ligas nacionales y continentales se alternen, muchas veces también con las selecciones, lo que trajo recientemente un nuevo quebradero de cabeza al basket.

Ettore Messina publicó este lunes una carta abierta en la que rescataba este planteamiento, pero ahora sí por pura necesidad, por los golpes con los que el virus está azotando al deporte. El técnico propone que se disputen las ligas nacionales hasta marzo o abril, menos problemáticas para los viajes, y que luego, con la pandemia supuestamente suavizada, se juegue del tirón la Euroliga. No suena mal. En lo que va de campeonato, cinco equipos han sufrido brotes y otros ocho han tenido positivos. En cuatro jornadas se han aplazado nueve partidos, un mal que sufre en paralelo con las ligas. El baloncesto, con semanas de tres y cuatro encuentros, camina hacia el colapso. Además de esa saturación del calendario, también asoma cierta adulteración deportiva. Hay un ejemplo simple: mientras que el Khimki jugó partidos con jóvenes, otros equipos se quedaron en casa, aprovechando un cambio de norma de última hora, a la espera de la reprogramación de sus choques. Como avisa Messina, "los resultados van a depender de quien tenga más suerte y menos contagios". Así que habría que escuchar su SOS.