Alonso y Lorenzo llaman a la puerta
Las competiciones de motor frenaron en seco durante la pandemia, como el resto de deportes, pero el mercado de pilotos no paró. Al contrario, algunas de las grandes noticias deportivas del confinamiento estuvieron relacionadas con los cambios para las parrillas de 2021, principalmente la marcha de Sebastian Vettel, que provocó un efecto dominó que condujo a Carlos Sainz a Ferrari y a Daniel Ricciardo a McLaren. La mar se ha tranquilizado, pero el oleaje volverá a la Fórmula 1. El monoplaza liberado en Renault señala a Fernando Alonso, el hijo pródigo, entre sus candidatos. Alonso quiere volver a la F1, así se lo ha comentado a algún allegado. Y la perspectiva del nuevo reglamento que igualará el Mundial en 2022 puede motivar el regreso a la que fue la casa de sus dos títulos.
El mercado de MotoGP también anda agitado. Repsol-Honda tiene a Pol Espargaró en el bote, mientras que otro ilustre campeón mundial, Jorge Lorenzo, suena con fuerza para Ducati. El runrún suele ser la antesala de la noticia. El balear se retiró de la competición a finales de la temporada 2019, desbordado por la Honda. No supo sacar su talento para exprimir una moto que Marc Márquez ha elevado a los altares. Después de su adiós ingresó en Yamaha como probador. Y sobre esa montura, la misma en la que se coronó campeón, ha debido picarle el gusanillo, porque este año no se para de hablar de su retorno, ni el propio Lorenzo lo ha descartado. Esta temporada 2020 ya iba a disputar el GP de Catalunya, hasta que el virus eliminó también las invitaciones. En Yamaha no hay sitio oficial, pero Ducati todavía no ha decidido quién acompañará al recién incorporado Jack Miller. El mallorquín salió de Borgo Panigale hace dos años en un momento dulce. Le costó acceder a los puestos punteros, pero empezó a ganar justo después de recibir la carta de despedida. Un trabajo a medias que aún podría completarse.