Un ministro también del Deporte

José Manuel Rodríguez Uribes tomó este lunes posesión como nuevo ministro de Cultura y Deporte. En el acto no se olvidó del segundo apellido de su Ministerio, como sí le ocurrió el día anterior en un tuit de agradecimiento al presidente Pedro Sánchez en el que resaltaba que “la cultura son los libros, el cine, el teatro, los museos…”. En los puntos suspensivos tenían cabida otras artes omitidas como la música o la danza, pero desde luego no había dejado sitio para el Deporte, que en la tarjeta de visita aparece por detrás de la Cultura, sí, pero con mayúscula y dando también nombre al organismo. Con este precedente, el mundo del deporte acudió un pelín escocido a la toma, al verse otra vez relegado a un segundo plano en las políticas ministeriales. El olvido de Uribes es un pecadillo común a la mayoría de ministros que han pasado por la cartera. Y como tal pecadillo, suele encontrar pronto el perdón, porque el deporte es un colectivo reivindicativo, pero también agradecido a la más pequeña muestra de cariño.

Rodríguez Uribes, madridista confeso y amante del baloncesto, es el nuevo ministro del Deporte, un sector que aporta en torno al 2,5 % del PIB del país, un 1,37% sólo del fútbol. Ha caído en el Ministerio junto a Cultura, pero es tan transversal que entronca con los de Educación, Sanidad, Industria, Igualdad, Economía, Inclusión, Turismo, Exteriores… El Deporte es Marca España. Y valores. El nuevo equipo tiene importantes retos pendientes, como rematar esa Ley del Deporte en la que el CSD no ha dejado de trabajar de la mano de los diferentes colectivos. Y también un Plan Estratégico, largamente demandado, para establecer unas bases que eviten la eterna sensación de provisionalidad. Uribes lo sabe. Y el Deporte, con mayúscula, confía en que no lo va a olvidar.