Se va Lorenzo, otra vela consumida

En diez días se nos han amontonado las retiradas de tres leyendas del deporte español: José Manuel Calderón, David Villa y Jorge Lorenzo. Nos hacemos mayores. Los dos primeros anuncios eran más esperados, por una cuestión de edad y de rendimiento. Las velas se consumen. El tercero nos sorprendió en un jueves que presumíamos tranquilo. Lorenzo también era un cirio que últimamente ni chisporroteaba, pero aún no lo sentíamos agotado, o eso queríamos pensar. Su infructuoso caminar en el Repsol Honda, salpicado por caídas y lesiones, ha precipitado una decisión que nadie vaticinaba cuando arrancó la temporada. Todo lo contrario. El inicio del curso nos presentaba una situación ilusionante, con Marc Márquez y Lorenzo sobre la misma montura, dos genios que suman 13 títulos mundiales, a los que imaginábamos rivalizar con una moto ganadora. La experiencia, sin embargo, ha demostrado que sólo Márquez sabe domar la RC213V, una complicada máquina que ha señalado al piloto balear el camino inverso al de su compañero. Marc se corona, Jorge se baja.

Lorenzo se retira con 32 años, tras 18 temporadas en el Mundial. Ni la sombra de Márquez ni el declive final deben empequeñecer su brillante andadura, que cierra con cinco títulos, dos en 250cc y tres en MotoGP. El mallorquín ha colado su nombre en el palmarés entre los reinados de Valentino Rossi y Marc Márquez, con los que ha competido, a los que ha ganado. Ahora brotan opiniones divergentes sobre si era el momento, sobre si se ha apresurado. Hay deportistas que prefieren irse antes de que la vela se consuma del todo. Lo vimos hace poco con Alberto Contador, que se retiró el día después de triunfar en el Angliru. No parece que a Lorenzo le quede fuelle para eso. En cualquier caso, habrá que disfrutar de su cabalgada final en Cheste. Se va un gran campeón español. Otro más.