Esa amenaza que acecha a Nadal
Novak Djokovic abrió las ATP Finals con una victoria incontestable ante Marco Berrettini (6-2 y 6-1), el aprendiz en el torneo de los maestros. Roberto Bautista presenciaba la masacre desde la grada del O2 Arena como primer tenista reserva, mientras seguramente recordaba sus dos triunfos sobre el serbio en la actual temporada. No se puede vivir de lo que pudo ser y no fue, así que el español sólo dispondrá de una oportunidad si algún compañero causa baja. Y confiemos en que no sea el nombre que todos tenemos en la cabeza. A la espera de si se mueve el banquillo, Bautista hizo de sparring de Rafa Nadal, que llega a Londres con el tiempo justo para la defensa de su número uno de la ATP y para el asalto a un título que falta en su voluminoso palmarés.
La victoria le ha reportado también a Djokovic una suma facilona de 200 puntos en su pelea por recuperar el trono mundial. Después de su triunfo en el Masters 1.000 de París-Bercy, una semana atrás, el serbio había avisado de que se iba a centrar en este desafío. Y ya sabemos cómo se las gasta Nole cuando se marca un reto. En aquella fecha aún se desconocía el alcance de la lesión de Nadal, que no se presentó a su semifinal ante Shapovalov por un dolor abdominal. Las pruebas radiológicas revelaron luego que no había nada roto, que las molestias provenían de una distensión que le perjudicaba en su servicio. Lo que el sábado era “un 80%” de rendimiento, este domingo se convirtió en “condiciones óptimas”. Y así saldrá Rafa a jugar este lunes con Alexander Zverev, el vigente campeón, a quien tiene que doblegar para contrarrestar el feliz estreno de Djokovic. El alemán, que muestra un cara a cara desfavorable (5-0), ha dado un paso atrás este curso en su progresión. Pero este combate no se mide únicamente en términos tenísticos, sino también de salud. Esa amenaza que acecha a Nadal.