Hay un hombre en el Barça que lo hace todo

Con el tiempo la estatura no ha aumentado, pero sí la puntería. Y la espalda: sobre esa espalda se sitúa el Barça cuando no hay en la clase sino desorden o tristura, como decía don Luis Suárez anoche en Carrusel. Este Barça indeciso, a veces saludable, a veces sin nada en la cabeza, lo tiene a él como un curandero fabuloso, que por medio de la certeza sobre el lugar de la portería ha ido enseñando a niños y a mayores que para hacer todo lo que hace no hace falta tan solo genio, sino trabajo. El suyo es un esfuerzo de capitán, una graduación que se obtiene a base de juego y de camaradería.

Este hombre que en el Barça, como se dice en la canción de Astrud, lo hace todo, dio más de setenta pases certeros, sus cinco tiros fueron a puerta, y de ellos entraron tres, y le dio, además, a Busquets el gol que a éste le dio seguridad. El Celta que fue de Luis Enrique y ahora es de Óscar García y de Denis Suárez, se revolvió e inquietó a la grada. No hicieron falta sino goles para disimular las presentes enfermedades melancólicas del Barça. Este hombre es un tres en uno, un resumen de auxilios, una maleta llena de amor por el fútbol que, cuando se pone de manifiesto, es más que un futbolista. Es un milagro.