La amarga mejoría de Balaidos

Mejora el Espanyol. Lo hace a un ritmo muy lento pero en Balaídos pudimos ver cierta evolución en el equipo. Fue tímido el conjunto blanquiazul, pero al menos hubo atisbo de crecimiento aunque sea defensivo, pues el punto se le escapó a los de Gallego en el último suspiro. El entrenador sigue buscando dar con la tecla mientras el calendario no da tregua y le prepara una dura batalla mañana frente al Valladolid de un viejo conocido, Sergio.

Mostramos cierta mejoría y una idea más clara de cómo afrontar un partido ante un potente rival, pero aún queda mucho por mejorar, principalmente en casa, donde el balance actual es desolador, a nivel de juego y de puntos. Se atisba algún brote verde en el progresar perico pero, de momento, insuficiente para alejar el creciente nerviosismo que azota a la parroquia blanquiazul ante el pobre inicio ligero en cuanto a puntos, juego y sensaciones. La visita del conjunto pucelano será un examen perfecto para evaluar la realidad de nuestra progresión o si simplemente hemos estado ante un espejismo. Una duda que deberá esclarecerse cuanto antes porque la temporada es puntiaguda y exigente, y no dar con esa tecla rápidamente podría precipitar al equipo a vivir un curso convulsa en la Liga. No os engañemos, es en esta competición en la que nos jugamos las habichuelas. Ganar este domingo sería enderezar la nave a la espera de mejorar el juego.