Una Euroliga con descensos
A 20 días de que Vitoria proclame al campeón de Europa 2019, Jordi Bertomeu nos visitó en la redacción de As. No hablamos mucho de esa Final Four, porque la conversación apuntó a un futuro más distante, hacia la Euroliga ideal que maquina la cabeza de su presidente. Sería una Euroliga con 18 equipos, el mismo número que entrará la próxima temporada, y con dos plazas de descenso que se cubrirían con el ascenso de los dos primeros de la Eurocup. En un tercer escalón estarían las ligas nacionales, que tendrían la Eurocup como trampolín para acceder a la máxima categoría. La culminación de este diseño sería ya sin licencias fijas, para respetar la pureza de la competición. Bertomeu niega así que el final del camino sea una liga cerrada, más apta para el espíritu norteamericano que para el europeo.
Si a esto añadimos que descarta ocupar los fines de semana, algunos de los temores de las ligas nacionales quedan apaciguados. No todos. En esta expansión, la Euroliga ha alargado su calendario dos semanas, una por delante y otra por detrás. Y donde antes cabían los playoffs de la ACB, pues ahora ya no caben, salvo que se fragmenten antes y después de la Final Four. Bertomeu ve el problema en la casa de enfrente: “La ACB está muy dimensionada”. Es decir, que reduzca el número de equipos o, como alternativa, el número de partidos con un nuevo sistema de competición. Durante el encuentro también se habló de las Ventanas FIBA, por supuesto, pero aquí no hay ninguna solución a la vista. Fue la FIBA la que invadió un calendario donde antes no estaba, y la Euroliga no tiene ninguna intención de moverse de ahí.