El Bernabéu quiere y respeta a Reguilón

El pasado verano me impresionó en los partidos amistosos de Estados Unidos, en los que Marcelo estuvo ausente por las vacaciones lógicas después del Mundial de Rusia. Reguilón no sólo cerraba bien su banda, sino que subía con mucha intención y la ponía con criterio en el área, sin rifarla. Regui ya había mostrado varias temporadas antes su progresión en el Logroñés, donde creció física y mentalmente. Cierto que el chaval de crío tuvo un desarrollo físico más tardío y eso le hizo creer a algunos de sus formadores que eso haría que le costase más llegar a la élite como defensa. Pero él tenía clara su hoja de ruta y la ha llevado de forma inmaculada hasta el éxito.

Se le nota su guerrera sangre zamorana. Aunque él nació en Madrid, su madre es de Piedrahíta de Castro y su padre de Molacillos. Ellos le enseñaron a ser humilde y perseverante. Por eso, su pugna con Marcelo por adueñarse de la banda izquierda la lleva con naturalidad y sin perder la cabeza. Sabe que con Zidane le tocará esperar más turnos en el banquillo, pero sabrá esperar su momento y cuando llegue estará listo. Además, Reguilón se ganó el corazón del Bernabéu con sus lágrimas tras caer con el Barça, sin olvidar que supo plantarle cara a Luis Súarez y Messi sin arrugarse. Se nota que es canterano de primer nivel y que está preparado para honrar y defender este escudo.