Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Vinicius y Messi acaparan la atención

En otro tiempo fue célebre el temor que el Barça le tenía a Gento. Era llamativo el murmullo en los cines cuando teníamos la suerte de que el NO-DO (era todo lo que había en la época) mostraba imágenes de algún partido entre el Barça y el Madrid, porque se percibía el repliegue automático del Barça cuando el balón llegaba a Gento. Aquello lo solucionó durante dos años Helenio Herrera escalonando a tres jugadores, Olivella, Segarra y Rodri, que le cerraban a Gento la escapada por fuera, le obligaban a ir hacia el centro y ahí perdía su eficacia. Lo he recordado ahora que el Barça le prepara la trampa inversa a Vinicius, para mandarle hacia fuera, con Sergi Roberto y Semedo.

No es que Vinicius sea ya lo que fue Gento, ya veremos hasta dónde llega, pero el hecho de que el Barça se plantee el partido defensivo desde él ya le honra. Lleva poco tiempo de titular, pero en cada partido ha mostrado un insistente peligro, atacando al defensa, empujando el partido hacia el fondo, creando inquietudes que varias veces se han plasmado en gol, propio o de un compañero. Sus números, y sé que decir esto es demasiado audaz, son equiparables a los de Messi a su edad. Desde luego, no pienso que llegue a tanto, pero sí que estamos ante un jugador con posibilidades, uno de los grandes puntos de atención del partido de hoy. El otro, el principal, será, claro, Messi.

Solari invoca al público: “El único titular indiscutible en el Madrid es la afición”, dijo con cierto deje peronista, al tiempo que espantaba la pregunta sobre Bale con un paso de claqué: “No puede estar el foco en la periferia de lo anecdótico”. Espantó las pulgas como hicieron ayer Movistar y LaLiga cuando Javier Hernández, que pasó el día indagando la cuestión, preguntó en ambas organizaciones por qué el Madrid ha tenido un día menos de descanso tanto en la ida como en la vuelta. No me hago la idea de que haya habido malevolencia, pero sí un descuido compartido que el madridismo ha contemplado con mosqueo. Cuando el balón ruede esta noche se olvidará todo esto.