Nadal aplaza el futuro

Stefanos Tsitsipas tiene hechuras de número uno mundial. A la semifinal de Australia accedió con la etiqueta de revelación con sus victorias ante la leyenda Federer y el enrachado Bautista. En el futuro se adivinan grandes duelos con el talentoso Sascha Zverev. Pero no será en este primer Grand Slam de 2019. Estos jóvenes emergentes tendrán que seguir esperando. El relevo se aplaza. Hasta que llegue su momento pueden tomar apuntes de lecciones como la que encajó este jueves el griego. Si la salud le acompaña, Rafa Nadal es una máquina que te erosiona hasta doblegarte. Así se sintió Tsitsipas tras su derrota. Cuando el español empezó el tercer set con un break, ya no resistió más y se rindió para cerrar el choque con un rosco. Rafa desespera a sus rivales por su variedad de recursos y por su espíritu indómito.

Nadal se ha plantado en la final del Abierto de Australia sin haber cedido un set en el torneo. Detrás de este rendimiento hay una pretemporada trabajada y aprovechada, que además de servir para recuperar sus lesiones, le ha aportado algunos cambios en su tenis de los que está recogiendo frutos. Por ejemplo, su nuevo saque. El objetivo es acortar los partidos, estar menos tiempo en pista, machacar menos su maltrecho físico… Y lo está logrando. Al duelo ante Tsitsipas llegó con 306 minutos menos en pista. Era una forma de contrarrestar los 12 años de diferencia de edad que existen entre ambos. Nadal jugará el domingo su 25ª final de Grand Slam, que podría darle su 18º título. Al otro lado aparecerá el poderoso Djokovic, en el duelo más repetido de la historia, o el irregular Pouille. Nadal ya espera. El futuro también.