Una España heroica y mundialista

Misión cumplida. España estará en el Mundial de China 2019. Lo escribo con las pulsaciones todavía aceleradas, producto de ese agónico final en el que Ucrania dispuso de un triple para llevarse el partido. La esencia del baloncesto es sufrir hasta el último tiro. La Selección de Sergio Scariolo siempre había llevado la ventaja, pero a falta de 4:50 minutos llegó un empate que prolongó la incertidumbre hasta la bocina. Supone un alivio haber cerrado la clasificación ya, sin necesidad de jugarse el futuro en la sexta y última Ventana de febrero. Analizado fríamente, con el corazón otra vez a su cadencia habitual, hasta nos parece fácil, porque a esta España le van a sobrar dos partidos. Sin embargo, más que fácil, yo diría que ha sido heroico. Nunca agradeceremos lo suficiente la gesta que ha completado este equipo.

Hace poco más de una año, en vísperas de la primera Ventana FIBA, la angustia inundaba la FEB, ante la amenaza real de que España se quedara fuera del Mundial. Llegué a escuchar frases de sus responsables del estilo: “Si nos eliminan, tenemos que cerrar la Federación”. Y no era para menos, porque la Selección masculina ha sido siempre una fuente principal de ingresos económicos y de ilusiones de futuro. Se ha logrado con un equipo de nivel C, que para nosotros lleva una A eterna. Pero no olvidemos que los rivales pasaron por problemas similares, lo que revela que el baloncesto español tiene un gran fondo de armario. El pase al Mundial supone un desahogo y abre la puerta a soñar. A la fase final ya asistirán jugadores de la Euroliga, de la NBA... Y sería justo que también alguno de estos héroes. Sin ellos no habría Mundial.