Las Guerreras se rejuvenecen

El deporte femenino español está en plena efervescencia. Los grandes resultados se suceden: este mismo sábado, la Selección de fútbol Sub-17 jugará la final del Mundial, como ya hizo en verano la Sub-20. La fecha coincide con el debut de otra Selección en su Europeo: la absoluta de balonmano. Las Guerreras, un apodo ganado por su garra, estuvieron en los orígenes de esta eclosión femenina, que ahora se expande por numerosas disciplinas. Ya dieron el aviso con un quinto puesto en el Mundial 2003 y un sexto en los Juegos de Atenas 2004. Dos clasificaciones que se transformaron en cuatro medallas en los siguientes años: dos platas continentales en 2008 y 2014, un bronce mundial en 2011 y otro bronce olímpico en Londres 2012. Fue el ciclo más brillante del balonmano femenino español, con Jorge Dueñas en el banquillo.

Pero los deportistas, que sí son eternos en el recuerdo y en el palmarés, dejan de serlo algún día sobre la cancha. El tiempo no perdona. De aquel grupo glorioso que conquistó el último subcampeonato europeo, ya sólo veremos en Francia a cuatro: Silvia Navarro, Carmen Martín, Nerea Pena y Lara González. Y también podría haber estado la lesionada Sandy Cabral. Las riendas tampoco las sostiene ya Dueñas, que ahora luce con Brasil. En 2017 se puso al frente Carlos Viver, cuya tarea consiste en liderar esta transición, en rejuvenecer al equipo. Sólo tres jugadoras del Europeo alcanzan la treintena y seis son debutantes en un gran campeonato, entre ellas Eli Cesáreo, de 19 años. El trabajo actual mira a medio plazo: a Tokio 2020, aunque antes hay que clasificarse, y, sobre todo, al Mundial de España 2021.