El tren de las Guerreras
La Selección femenina de balonmano juega hoy y el domingo en Rumanía contra las anfitrionas. La noticia no iría más allá de la disputa de dos amistosos, si no fuera porque en el banquillo ya no estará un histórico: Jorge Dueñas. Con él a los mandos, este equipo se ganó el sobrenombre de Guerreras y conquistó cuatro medallas internacionales: bronce en los Juegos Olímpicos de 2012, bronce en el Mundial de 2011, y platas en los Europeos de 2008 y 2014. “Estoy satisfecho de haber hecho el balonmano femenino más visible y con un sello de identidad reconocible en el que en cada partido se luchaba como guerreras”, dijo Dueñas en su despedida. Así fue. Pero en el último campeonato continental ya no pasaron de la segunda fase, lastradas por los resultados iniciales. Era la hora de un cambio.
Dueñas ha sido brillante a la batuta, pero al final le faltó promover una transición al futuro, según coinciden los analistas del balonmano. Como tantos entrenadores laureados, siguió confiando en el mismo grupo, en aquel con el que tocó la gloria. Su plaza la ocupa ahora Carlos Viver, que ha sido extremo internacional y un buen técnico de Asobal, casi siempre en el Granollers, donde también dirigió al equipo femenino. En su primera lista ha convocado a nueve de las 17 jugadoras que disputaron el Europeo 2016, que serían diez si Nerea Pena no hubiera causado baja. “Me subo a un tren que ya estaba en marcha”, dice Viver. Un tren que necesita un nuevo impulso. Curiosamente, Dueñas dirige a la Selección júnior en el Preeuropeo, también desde hoy y también frente a Rumanía. Las Guerreras del mañana.