Tanto tiempo después, nos encontramos con el primer Clásico sin Messi ni Cristiano. Lo que le pasa al Madrid sin Cristiano ya lo vamos viendo: que el equipo mete menos goles y la culpa es de Lopetegui, al que el club le busca repuesto y lo cuenta... por lo bajinis. Como no lo encuentra, ahí sigue, peleando como gato panza arriba. Respecto a lo que le pase al Barça sin Messi, lo vamos a ver este mes. Curiosamente, a Mister Chip le sale en su estudio que el Barça viene sacando estos diez años resultados mejores sin Messi que con él, pero habrá que explicarse eso porque ha tendido a ausentarse en partidos fáciles, los primeros de Copa y así.

En principio, se espera que los dos entrenadores traten de fortalecerse en el medio campo. Asensio aparece tan desplomado que se espera una delantera de dos, Bale y Benzema, y una media en rombo, con Isco en la punta arriba. En el Barça, Valverde tiró de Rafinha y funcionó. En su caso, es Dembélé el que no termina de dar la talla, por su irregularidad arriba y su falta de espíritu para reaccionar cuando el equipo pierde la pelota. Así que con eso más la incorporación de los laterales, veremos un partido denso, con mucha gente en lo que en tiempos del 4-2-4 conocíamos como ‘la zona ancha’, porque había pocos jugadores y se transitaba rápido.

Es el primer Clásico con VAR, lo recuerdo. Estas cosas del arbitraje dan mucho que hablar cuando el Madrid está por medio, y más si es ante el Barça o ante el Atleti. En el caso del Atleti, ya pasó que a los rojiblancos no les convenció el invento. Veremos hoy. Yo me temo que se está haciendo de él un uso excesivo, que no se está cumpliendo la máxima de aplicarlo, aparte de en las jugadas ‘geográficas’, sólo en las que no dejan margen a la discusión. Pero no está pasando eso, sino que está entrando en mucha zona opinable, lo que crea frustración en otros casos no analizados. Así llegamos al Clásico, en el que ojalá tengamos suerte.