El fichaje de Cardenal por Mediapro
Cuando supe que Miguel Cardenal, ex secretario de Estado para el Deporte, está a punto de incorporarse a Mediapro, le envié un mensaje diciéndole que eso ...
Cuando supe que Miguel Cardenal, ex secretario de Estado para el Deporte, está a punto de incorporarse a Mediapro, le envié un mensaje diciéndole que eso le dejaba a contrapié. Enseguida me llamó, me hizo sus razonamientos, sus descargos. Le aconsejé que los hiciera públicos, en As o donde fuere, para bien de todos, pero prefirió esperar. Con eso dio delantera a la Federación, que sí se pronunció, desde el tuit de Rubiales, calificándolo de escándalo, a un comunicado de siete puntos, en el que viene a acusar a Cardenal de haber favorecido a Mediapro en la elaboración, junto a Tebas, del Real Decreto de Transmisiones Deportivas.
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Aquel Real Decreto, dicho sea de paso, fue mano de santo para el fútbol. Repartió dinero para la Federación, para deportistas de alto nivel, para la seguridad social de jugadores y entrenadores de Segunda B y del femenino. La nota de la Federación se queja de que no se contó con ella para su elaboración, pero es que a la sazón estaba regida por el intratable Villar, que ni a reuniones para atajar la violencia ultra cuando la muerte de Jimmy se prestaba. Pero el fútbol es mucho mejor ahora que antes del decreto, hay más dinero y mejor repartido, a costa del enfado de Florentino, que no es poca cosa, por las muchas terminales que tiene.
Aquello fue obra al alimón entre Cardenal y Tebas y sirvió también para conseguir que los clubes pagaran la montaña que debían a Hacienda. Pero antes de eso, en las ‘guerras del fútbol’, Sogecable, contendiente de Mediapro, sintió que Cardenal favorecía sistemáticamente a la primera, en la que Tebas se apoyó siempre para sacar más dinero para el fútbol. De hecho, durante aquellas tensiones era frecuente escuchar que Cardenal ficharía algún día por LaLiga o por Mediapro. Bueno, pues ha ocurrido. Ayer dio por fin sus explicaciones. Habrá quien las compre y quien las rechace, por aquello de la mujer del César.




