El baloncesto se pone un tapón

El baloncesto se ha tirado dos meses y medio sin partidos oficiales. Ha sido un verano tranquilo, si lo comparamos con los huracanes de otros años, sólo alterado por el inadecuado adiós de Juan Carlos Navarro. Después del amplio parón, el básquet entra en una semana en la que van a coincidir hasta cuatro competiciones diferentes. Comenzó el lunes con el España-Letonia de la Ventana FIBA. Continuó este martes con la presentación de la Liga Endesa, que nos brindará un rico aperitivo en Santiago de Compostela el viernes y el sábado con la Supercopa. Ese mismo sábado arrancará el Mundial femenino en Tenerife, hasta el día 30, por lo que también coincidirá con el pistoletazo a la Liga ACB. Y, por si todavía fuéramos pocos, el Estudiantes jugará una eliminatoria de la Champions FIBA el jueves y el sábado.

La primera gala inaugural de la era de Antonio Martín ofreció un tono más fresco, con el cómico David Broncano y el rapero Arcano. La meta es encandilar a los jóvenes, que últimamente se desaguan hacia la NBA. Se notan las ganas de hacer cosas distintas. Sin embargo, el estreno no ha evitado coincidir con el Mundial, en una época en la que el deporte femenino pide paso. No se trata de un conflicto como el de la Euroliga y la FIBA, que se pisan a mala uva, sino de torneos compatibles. En la ACB aseguran que no había otras fechas. A cambio ha buscado solaparse poco con la Selección en horarios, e incluso arrancará la Liga el día 27, una fecha sin partidos femeninos. Algo es algo. Pero, después de un largo verano, hubiera sido bueno un mayor esfuerzo del propio baloncesto, en lugar de ponerse un tapón a sí mismo.