El bronce invisible de Peleteiro
A dos días del final, España lleva cuatro medallas en los Europeos de atletismo: una plata y tres bronces. El pronóstico de diez podios difícilmente se va a cumplir. Ojalá me equivoque. De momento ocupa el 15º puesto en el medallero, aunque con un oro daría un buen brinco. Recordemos también que la expedición española es la tercera más numerosa. Pero ya habrá tiempo de profundizar en el balance. Vamos al día. Este viernes, Óscar Husillos no pudo rematar en el 400: sexto con 45.61 por la calle 8. Si hubiera estado en su registro personal y anual, ese galáctico 44.73, hoy tendría el oro. Pero las carreras salen cuando salen, a no ser que no atines con el pico de forma, que también podría ser. Husillos, igual que Bruno Hortelano, aún puede desquitarse en el 4x400, donde se rozó la catástrofe. Con ellos dos se aspira a todo.
Las dos medallas del viernes lucieron el mismo color: los bronces de Ana Peleteiro y Orlando Ortega. La medalla de la gallega fue prácticamente invisible para los espectadores de televisión, por esa incomprensible decisión del realizador de cebarse con el concurso de altura mientras se olvidaba del triple y la jabalina. Sólo vimos dos veces a Peleteiro, ambas en diferido. Ana logró así su segundo podio internacional del año, después del bronce en los Mundiales bajo techo de Birmingham. Esta temporada ha avanzado mucho, pero aún se espera de ella su gran salto. El podio de Ortega vale igual, aunque llega menos. Cuando España nacionalizó al cubano, ya era uno de los mejores del mundo en 110 metros vallas. Nos rendimos ante su calidad y le acogemos con cariño... Pero sus éxitos los sentimos más distantes.