Kalinic: dejadle tiempo, viene con ganas

Hay que dejarlo claro: Kalinic no llega al Atlético en el mejor momento de su carrera. Si así no fuera, de hecho, nunca los colchoneros habrían pagado apenas 15 millones por su ficha: hay hasta quien se queja de este gasto, pero lo más probable es que no recuerde (o que no sepa), que hace un año el Milán desembolsó por sus servicios nada menos que 25 millones, en un verano en el que el croata también estaba en las miras del Inter.

Su aventura rossonera estuvo muy lejos de las expectativas: apenas 6 goles en 41 partidos en una temporada para olvidar. Llegó a San Siro por petición de Montella, pero fue victima del annus horribilis milanista, que le acabó pasando factura al mismo técnico, destituido. Pudo levantar cabeza en la legendaria Croacia del Mundial, pero allí también la cosa se torció.

Así que si hay algo que no le faltará a Nikola Kalinic, son las ganas de revancha: quiere borrar este último año y nada mejor que trabajar con Simeone para conseguirlo. Es alto, fuerte, remata bien con píes y cabeza y ayuda al equipo en ambas fases: la expresión tan de moda, “delantero moderno”, le define perfectamente. Tiene talento, dejadle tiempo.