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Tercer tiempo

Gatos pardos

A la hora (española, más bien canaria, estoy en las islas) en que los gatos son pardos vi el partido que el Barça le disputó al Tottenham en Pasadena, California, la ciudad que hizo universal Henry Miller, el autor de Trópico de Cáncer. No fue un partido para guardar, pero si las cosas se le dan bien en el futuro algunas imágenes se sacarán para decir cómo eran Malcom (sin la segunda ele) y Arthur la primera vez que jugaron de azulgrana. Es probable que cualquiera de los jóvenes que lo acompañó en la segunda parte tengan también algo que decir en el porvenir. Los dos brasileños tienen buen déjame entrar, como se dice en Tenerife.

Aperitivo de todo

Este campeonato que se juega cuando en España duerme la mayoría podría llamarse Copa Mundial de los Suplentes. Aún no se han estrenado los otros españoles de este aperitivo internacional de fútbol. Y al Madrid de Lopetegui se le espera en medio de varias disyuntivas. Las dudas son a pares: ¿coexistirá Benzema con Cavani, y volverá otra vez una suerte de BBC, extrañado ya Cristiano en Italia? ¿Su pareja será tan solo Bale? ¿O la solución netamente española Isco-Asensio será la pareja del año? Eso no se dilucidará en América, cuando aquí es la hora de los gatos.

El fantasma Neymar

Pues fue durante una gira parecida, el año pasado, cuando Neymar fue a recalar al PSG. La virtud de los agentes es que en un instante pueden desequilibrar fidelidades. Miren lo que pasó con Malcom, que hizo ese viaje tan dúctil del Girondins al Barça pasando por el Roma. Si a un club muy grande, como es el caso del Madrid, le duele el corazón se rasca el bolsillo. Hazañas más difíciles ha hecho, algunas de triste recuerdo azulgrana. Cavani no es el único que escucha ofertas mientras la tarde americana se hace sombra entre nosotros. Un día nos despertaremos con una sorpresa que, por ejemplo, inquietará a Benzema.

Dobles parejas

En el fútbol sólo es seguro el resultado final. Ahora en el Barça todo se ha puesto a temblar, en primer término el equipo técnico. La llegada de Malcom ha puesto a brincar a Dembélé, a Coutinho y hasta a Sergi Roberto. Noticias llegan de que al francés que fue la gran promesa el año pasado le tiemblan las piernas, Eric Abidal le da masajes de cariño. Otras noticias dicen que Valverde lo quiere a su lado. ¿Y Coutinho? La experiencia del entrenador dice que en esa demarcación que dejó Iniesta los necesita a todos. Y todos son al menos tres. Un trío es más difícil de administrar que una pareja. Veremos.

El avión mixto

El viaje mixto del Barça, hombres y mujeres unidos por iguales colores, en el mismo avión, era una excursión demasiado hermosa como para no tener un desenlace amargo. La torpeza del club llevando hasta el extremo las rancias diferencias de sexo, los hombres aquí, las mujeres allá, no la arregla ni la buena voluntad de las futbolistas ni la decisión del Barcelona de tirar la casa por la ventana en apoyo de las féminas y de su fútbol. Si nos remontamos un poco veremos que cada año el Barça le proporciona al periodismo una serpiente rara. La de este año no se le ocurre ni al que asó la manteca.

El sonido del verano

La bicicleta en París, esa es la noticia del verano. El fútbol se las apaña con pequeñas cosas, presentaciones sin brillo en campeonatos deslucidos, pero el ciclismo le gana en esplendor, esos pelotones que aspiran a asomar la cabeza en París, émulos del legendario Godot que siempre llegaba el último sacándole partido a un campeonato que fabrica leyendas y aficionados cuya única pasión es el deporte propiamente dicho, no un equipo concreto, sino una forma de pedalear. Ese es el sonido del verano y ayer halló su himno particular en París. Un gran deporte que siempre dio buena escritura. En el ciclismo siempre es de día.