BARCELONA 2 (5) - TOTTENHAM 2 (3)
Arthur, un cañón en Los Ángeles
Estreno brillante del brasileño y golazo. Miranda, 18 años, también destacó. El Barça, que ganaba 2-0 al descanso, acusó los cambios y empató con nueve del filial.
El amanecer del Barça en la pretemporada fue bipolar. Sus primeros 45 minutos fueron de un dulce inesperado (2-0) y la segunda parte, un sufrimiento extremo para los nueve chicos del filial que no pudieron contener al Tottenham. Tanto contraste acabó con un 2-2 que seguro que Valverde valorará en su justa medida. Mermado como llegaba al tour americano, sin sus cracks mundialistas y más pendiente del centrocampista que debe llegar y de soltar lastre con las salidas que del estreno ante el Tottenham, su primera parte en el majestuoso Rose Bowl de Pasadena fue notable y sobre esa buena puesta en escena se elevó Arthur, que dejó ese aroma Barça de jugador de toque que viene, se ofrece, juega y hace jugar. Y que además tiene un cañón. Irse con 2-0 al descanso, sin embargo, no fue suficiente por la diferencia de nivel con el Barça de la segunda parte. Se juntaron hasta seis de los juveniles que ganaron la Youth League el curso pasado. Los chicos sufrieron de lo lindo con los achuchones del Tottenham.
El primer Barça de la pretemporada se llenó de nuevas luces en la primera parte. Juan Miranda, el crío del Aljarafe sevillano, 18 añitos, opositó con éxito a la plaza que dejará libre Digne. Lenglet jugó con el aplomo que ya acostumbró en el Sevilla y Arthur fue el metrónomo. Fue y vino a por el balón. Lo cuidó y lo distribuyó con un excelente criterio espacio-temporal. Semedo fue un misil en la derecha, donde se entendió bien con Rafinha. La suma inevitable de esos destellos individuales fue una superioridad manifiesta como equipo que Munir y Arthur expresaron en el marcador. El gol del brasileño, un cañonazo desde el balcón del área, puso en pie al Rose Bowl. La noche, para entonces, ya había caído en Los Ángeles. La frescura y vitalidad que transmitieron los nuevos contrastaron con las lesiones de Denis y André Gomes. Los dos abandonaron el partido en los minutos 18 y 20 respectivamente en lo que pareció una señal de su fatalidad en el club. La segunda parte, además de un equipo yogurín que sufrió hasta conceder el empate y que incluso pudo perder, sirvió para ver a Malcom. El brasileño empezó por la izquierda y acabó por la derecha. Acusó la falta de adaptación y jugó un poco por su cuenta. Y alternó detalles de mérito con errores en la toma de decisión. Un estreno de contrastes y algo bipolar, al estilo del Barça que empató en la madrugada española. El partido, cabe anotarlo, terminó con una tanda de penaltis por reglamentación de la ICC y porque el deporte estadounidense no entiende el concepto empate. Marcaron Palencia, Abel, Monchu y Riqui Puig, Cillessen paró el penalti a Giorgiu y Malcom, debut con estrella, selló la victoria culé.