Varane vuela con sus propias alas

Las cosas como son. Pase lo que pase esta noche frente a Bélgica, para Raphaël Varane habrá un antes y un después de este Mundial. Ya no es exactamente el mismo jugador que el que se fue a Rusia con su cuarto trofeo de la Champions en los bolsillos. El central ha sido siempre muy valorado en Francia pero existía la sensación de que todavía no había alcanzado la madurez deportiva ni que era capaz de garantizar cierta regularidad a alto nivel. Incluso en muchos comentarios y artículos, también entre la afición, se decía que Varane necesitaba a Ramos a su lado. Que sólo podía ofrecer lo mejor de sí cuando se sentía protegido por el gran capitán. Algo que empezaba a molestarle cada vez más. Igual que Raphaël ya estaba harto de que se le recordase siempre su fallo en el Mundial de Brasil en cuartos de final frente a Alemania. Un gol de Hummels en un saque de falta lateral que había eliminado a los Bleus.

Pues ya nadie le puede echar nada en cara. Porque no sólo ha marcado el primer gol frente a Argentina y llevado a Francia a la semifinal, no sólo ha realizado un partido ejemplar a nivel defensivo contra la muy peligrosa Uruguay. Todo su Mundial que está siendo brillante en todos los aspectos. Y aunque sea el vicecapitán por detrás de Lloris, Varane ya ejerce de jefe supremo en el campo. Se ha transformado. Hasta tal punto que Emmanuel Petit, campeón del Mundo en 1998 y ahora comentarista en la radio, afirmó que “Varane se había convertido en Ramos”. No se le podía lanzar mayor piropo. Varane ya vuela con sus propias alas.