Por fin llegó Tarragona 2018

Parecía que no iban a llegar nunca, pero ya están aquí. Este viernes se abrieron los Juegos Mediterráneos de Tarragona 2018, después de muchas idas y venidas. Primero fueron zarandeados por la crisis económica. Luego, por la inestabilidad de un Gobierno provisional que retrasó las ayudas. Hubo un momento en el que parecían desahuciados. Se aplazaron un año, se cambiaron los planes originales, se trasladó la Villa a los hoteles de Port Aventura… Hubiera sido fácil una renuncia, pero detrás estaba la ilusión de una ciudad que ha luchado por sus Juegos. Por fin han arrancado. Con nuevas instalaciones como la piscina y el palacio de deportes, con infraestructuras que dejarán un legado, con un proyecto sostenible, con un récord de inscripción… Y con una participación brillante. Las Federaciones han respondido.

Mireia Belmonte es la abanderada. La estrella mediterránea. Un símbolo. Por un lado, porque se alza como uno de los cuatro oros olímpicos que competirán por España, con Lydia Valentín, Marina Alabau y Marcus Cooper. Y por otro, porque es catalana. Allá por octubre, en el Foro Eventos Deportivos de AS, el alcalde Josep Félix Ballesteros ponía estos Juegos como un ejemplo de “unidad institucional”. Han participado el Gobierno, la Generalitat, la Alcaldía, la Diputación… Todos por un objetivo común. La confirmación de que se puede caminar juntos. El nuevo presidente, Pedro Sánchez, marcaba este evento como una fecha clave de las relaciones con Cataluña en su entrevista del lunes. El deporte integra y une. Este año ya vimos a las dos Coreas desfilar juntas en los Juegos de Invierno. Ellas pudieron. Ahí lo dejo.