“Creo que la DUI no va a afectar a los Juegos de Tarragona"

En 2018, del 22 junio al 8 de julio, Tarragona tendrá sus Juegos Mediterráneos. 33 especialidades, 4.000 deportistas, que se concentrarán en tres hoteles, procedentes de Europa, África, Asia… Una cita global y muy importante para Josep Félix Ballesteros, alcalde de la ciudad catalana: “Al margen de colores políticos, este evento ha conseguido concitar unidad. Ha habído una gran unión con el COE, para el que no tengo palabras”. Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, donde se celebra este ED17, aseguró: “Serán los mejores Juegos Mediterráneos de la historia".

Ballesteros narra cómo se creó el proyecto, que en principio estaba hecho para 2017, pero que se aplazó a 2018: “Se pidió en 2006, se concibió en 2007 en unas circunstancias económicas más diferentes a las que vivimos. Vino la crisis social, económica y de confianza. Tuvimos que adaptarnos, ya no había lugar a despilfarros. Y pensamos mucho en el legado, que no hubiera elefantes blancos y que en el futuro sean utilizables para la ciudadanía. Hay casos que hay estadios faraónicos que son una lacra. Será una oportunidad para mejorar las que tenemos aquí y un golpe de autoestima a la ciudad. Esto pondrá Tarragona en el mapa mundial del deporte y nos hemos visto superado por los voluntarios, esperábamos 2.000 y tenemos 7.000, lo que muestra la implicación de la ciudad”.

Eso desde un punto de vista logístico, pero Ballesteros también apela a lo emotivo, relacionado con la tensa situación política del momento: “Queremos que sean los Juegos de la paz, la concordia, el diálogo intercultural y religioso. El objetivo es demostrar que podemos colaborar juntos. Que somos capaces de superar diferencias, e incluso animadversiones, por un proyecto común. Los tres presidentes que han pasado por la Generalitat, aún sabiendo que se compite con España y sonará el himno, han seguido apoyando este proyecto. Esa unidad es un punto de encuentro para que haya diálogo”.Ante la vista de una Declaración Unilateral de Independencia (DUI), Ballesteros cree que Tarragona 2018 seguirá adelante: “Llámenme optimista compulsivo. Creo que no va a afectar a los Juegos, por esa unión a todos los niveles".

¿Existe preocupación en el COI por la situación política y los Juegos? Blanco, al corte “Hemos tenido una asamblea y la visión sobre estos Juegos es extraordinaria. Han visto el nivel de las instalaciones y más positivos nos han podido ser. Pero no le voy a engañar, hay preocupación. Pero el deporte debe verse empañado por una situación política”.

El mecenazgo de estos Juegos Mediterráneos es mixto. Lo explica Ballesteros: “Se financia con dinero público, pero con sponsorización privada. Damm, Toyota, La Caixa Loterías… Si no fuera por ellos no se habría podido celebrar. Esa parte de la colaboración privada ha sido clave, sin su implicación no habría sido posibles estos Juegos. No es hacer la pelota, es exactamente así. Se han implicado en el ámbito económico, pero en mucho más”. En representación de los sponsors está en la mesa Manuel López Amigó, de Loterías: “Es ‘más que una empresa’. Apoya a la lucha contra el cáncer, la cultura y también al deporte. A lo largo del año iremos firmando patrocinios con Federaciones, aproximadamente a 20. Apoyamos a la Vuelta Ciclista, al Mundial de snowboard. Es de España. Nos pidieron ayuda los Juegos Mediterráneos y allí acudimos. A prestarle la ayuda que fuera necesaria”. En dinero: dos millones de Euros. El CSD también ha asegurado su partida para garantizar los Juegos. Lo cuenta Ballesteros: “El otro día firmamos la aportación inicial. Hay fórmulas para garantizar que se disputa. El apoyo económico del gobierno de España está fuera de lugar. Es cierto que tuvo momento de zozobra, pero ya está resuelto todo”.

Y en los Juegos Mediterráneos, España es potencia: “En el medallero a lo largo de la historia el primer país es Italia, Francia y España. Creo que las Federaciones lo tomarán muy en serio y llevaremos a las grandes figuras. Será una representación grande, numerosa y cantidad. Estos tienen su camino, su pasado y su futuro”.

Una de las grandes apuestas de Ballesteros para los Juegos es potenciar su ciudad, de ahí la Villa Olímpica, que será en tres hoteles cercanos a Port Aventura, los 7.000 voluntarios e incluso la elección de la mascota, creada por un niño de entre 10.000 en un concurso hecho en colegios de Tarragona. Los Juegos Mediterráneos están en camino.