Y volvimos de Berlín con la séptima Copa de Europa

Hace tantos años que los recuerdos se desvanecen y lo que ocurrió se mezcla con lo que imagino. Sí puedo afirmar que los favoritos eran ellos y nadie daba un duro por nosotros, porque además la afición del Maccabi de Tel Aviv acaparó el palacio berlinés tiñéndolo de amarillo. Con humildad y estrategia milimetrada acudimos a la cita y, sobre todo con una enorme confianza en nuestras fuerzas. Éramos pocos, pero con las peñas madridistas que acudieron en autobús en nuestro auxilio, suficientes.

De nuevo se repite la historia con tintes semejantes. Parece que los turcos serán mayoría y el Madrid será de facto visitante. Nada que a la que no estén acostumbrados ni nada que no se pueda superar. En una final, cuentan más la determinación y el empuje. Y los hombres del Madrid tienen esta Euroliga entre ceja y ceja, alguno porque se va, otros porque atisban el final de su carrera y hasta hay quien tiene cuentas pendientes con el Fenerbahçe. Solo necesitan la concentración e intensidad de los últimos treinta minutos de la semifinal y su acierto habitual en los tiros libres. Y la Décima volverá con ellos.

*José Luis Llorente ganó la Copa de Europa con el Madrid en 1980 en Berlín.

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