En Nesyri y la teoría del hincha

A los 60 minutos el árbitro pitó un penalti a favor del Málaga. En Nesyri se vino arriba y cogió el balón para tirarlo sin el consenso de José y con la única, aparente, réplica de Chory Castro. Un chaval de 20 años ejerciendo como ‘boss’ en un colectivo que adolece de liderazgo. No lanzó bien y Arrizabalaga lo interceptó a mano cambiada. En la rueda de prensa posterior al frustrante 2-1 el entrenador, mordiéndose la lengua, pero dando el tirito, señala: “Fue muy osado”. Así está el Málaga. Sin galones, desquiciado y sin argumentos. Y sin especialistas para lanzar un penalti porque Recio, Adrián y Borja Bastón no estaban y Jony fue ‘colocado’ en el Sporting, donde vuelve a triunfar.

Desde que la línea temporal se torció en la funesta pretemporada donde el ‘sheikh fichador’ fue la estrellada estrellita, el Málaga vive en una realidad paralela. Es como si nadie supiera que es colista, con 13 puntos y con más opciones de ser superado por el Benevento que alcanzar al Levante. Ni se creía que iba 0-1 y se dejó remontar ante el peor Athletic en mucho tiempo en media hora vergonzosa. Después, lo de siempre. Este Málaga aplica el viejo dicho de la película ‘Once pares de botas’: “El verdadero hincha es el que convierte las derrotas en victorias morales”. Así toda la temporada. Sin líderes y con En Nesyri.