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Los Hispanos aún aspiran a todo

Lo malo: los Hispanos perdieron su primer partido en el Europeo de balonmano. Lo bueno: si había una derrota que entraba en los pronósticos, esa era ante nuestra vieja conocida Dinamarca. Lo malo: una victoria hubiera supuesto que la Selección pasara a la segunda ronda con cuatro puntos, lo que prácticamente la catapultaba a las semifinales. Lo bueno: ningún rival ha accedido con ese registro a la siguiente liguilla, donde sólo partirá con ventaja Macedonia, pero con tres puntos, mientras que España llega empatada a dos con tres equipos, y Eslovenia soló arrastra uno. La partida es de máxima igualdad. Las semifinales están a tiro. Es más: no sería descabellado que los dos clasificados fueran los mismos que vimos jugar este miércoles: España y Dinamarca. Dos clásicos en la lucha por las medallas.

Para ello, eso sí, los Hispanos tendrán que crecer en su juego. El debut continental entusiasmó ante la República Checa, pero con Hungría se detectaron lagunas, aunque se sacó el duelo adelante con mucho oficio, y frente a Dinamarca no hubo nunca sensación de poder ganar, salvo en los primeros lances. Esto es deporte, claro, y afectan muchos factores. España ya ha tenido que dar entrada a dos relevos, Aitor Ariño y Iosu Goñi, para sustituir a los lesionados Ángel Fernández y Julen Aginagalde. Eso descompone a cualquier grupo. La Selección volverá a jugar el domingo 21 ante Macedonia, un encuentro que se intuye vital para el futuro. Hay tiempo para engrasar la maquinaria y para restañar heridas. Lo malo: los Hispanos ya no están invictos. Lo bueno: sus aspiraciones continúan intactas.