Alex Dujsebaev tira de galones para dar el triunfo a España

España sufrió hasta el último minuto para ganar a Hungría (27-25) en un partido vital para el futuro de los Hispanos en el Europeo, porque así se aseguran pasar con dos puntos (por lo menos) a la siguiente ronda. Los magiares estaban en la misma tesitura, y por eso apostaron por un partido físico, en el que la Selección se dejó a los tres minutos a Aginagalde y a Guardiola antes del descanso, y en el que Alex Dujsebaev asumió el liderazgo para marcar goles, crear ataque, dar asistencias y sacar exclusiones, con mención especial para Aito Ariño: llegó, se entrenó una mañana, y marcó cuatro tantos sin fallo.

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Resultó un partido trabado, en el que Hungría apostó por su físico, por jugar en falta permanente, en cortar la continuidad de España para que metiese su quinta velocidad. Tampoco pudo en exceso porque en la primera mitad Corrales no aportó intervenciones. El lanzamiento de Balogh hizo mucho daño, y luego Banhidi sacó partido a su fortaleza en los seis metros.

Sin Aginagalde, Figueras cumplió con sus características de pivote móvil, porque aparece por todas partes, aunque con él no se fijan los defensores. Eso sí, el jugador del Granollers cumplió. La aportación de Mikkel en la portería magiar la contrarrestaba España con menos pérdidas de balón y con goles al contragolpe. A la postre, eso decidió el partido.

En la segunda mitad, con 13-12 de inicio, con Gonzalo en la portería, con algunas acciones de mérito, con su gol desde la meta propia, con una defensa con corazón de todos los jugadores, con Alex Dujsebaev tirando de galones para ser el hombre más importante en el un ataque atascado ante la dureza de los húngaros, se mantuvo la igualdad, para llegar al último minuto con balón para España, con un gol de renta, pero con la pasividad marcada. En eso Alex aguantó una, dos, tres tarascadas, y sacó la exclusión, jugar los últimos segundos en superioridad para dar a Solé la ocasión de redondear la victoria por 27-25.

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