El balonmano reserva el mes de enero
Con el año 2000 llegó un cambio trascendental para el balonmano internacional, una original y sorprendente ubicación en el calendario de sus Campeonatos de Europa y del Mundo en enero, para eludir la competencia primaveral o veraniega de otros deportes y para dotarse de una nueva identidad, de un sello propio. Desde entonces, el balonmano de selecciones tiene reservado este mes. En esa fecha se han celebrado ya nueve Europeos, con dos platas y dos bronces para España, y otros tantos Mundiales, con dos oros y un bronce de los Hispanos. La igualdad figura también en la idiosincracia de este deporte. Siempre se dice que entre ocho y diez países pueden ganar la corona, aunque al chequear estas 18 ediciones, Francia sobresale con casi la mitad: ocho. Les Bleus son más favoritos que nadie.
Como estamos en año par, en este 2018 toca torneo continental, a partir de este viernes. La Selección parte con el reto de conquistar un oro que falta en su palmarés, en el que sí relucen cuatro platas. En el último certamen, en 2016, jugó y perdió la final ante Alemania. Unos meses después se quedó fuera de los Juegos Olímpicos de Río 2016, lo que resultó determinante para la posterior salida del seleccionador, Manolo Cadenas, a quien sustituyó el vigente, Jordi Ribera. En su debut se clasificó quinto en el Mundial 2017, por lo que este Europeo se deduce decisivo para su futuro. España, que debuta el sábado, siempre está en los pronósticos para las medallas. Su partido de la primera fase contra uno de los cocos, Dinamarca, el miércoles 17, marcará mucho su destino. Enero ya está aquí. Con su balonmano.