No comparo el actual Fabio Coentrao con Theo Hernández. No. Comparo la situación en la que ambos llegaron al Real Madrid. Ambos aterrizaron en el mejor club del mundo como opositores a ocupar la titularidad en el carril del ‘3’. Se esperaba como mínimo una competencia real al todavía hoy indiscutible lateral zurdo de la entidad, Marcelo. Ambos llegaron por una cifra cercana a los 30 millones de euros. Es decir, a precio de oro. Fabio, en el verano de 2011, se defendía continuamente: “Valgo el precio que han pagado por mí”.

Su rendimiento y actitud con el paso de las temporadas le acabaron dejando en evidencia. Pero el primer año cargó con el estigma del precio y con aquello de que compartía nacionalidad con Mourinho. Luego todo fue cuesta abajo, pero aún con sus pitillos de por medio acabó jugando cuatro finales con el Madrid (la de Lisboa ante el Atlético y la de Mestalla ante el Barcelona en 2014). Theo desentonó contra el Fuenlabrada. Suena torticero compararle con Coentrao, sí. Pero si Coentrao hubiera hecho un partido así en el Bernabéu ante la Ponferradina tampoco hubiéramos tenido piedad con él por aquello de los 30 millones...