El penúltimo palmeo de Gasol

Fue muy significativo ver ganar a la Selección su último amistoso antes del Eurobasket en Lituania. “Otras veces hubiéramos perdido de veinte”, observó Scariolo. Es curioso analizar ese proceso de orgullo en jugadores que ya han sido todo, como Pau Gasol. España demostró en Vilnius que si viene preparándose desde mitad de julio en Benahavís (los meritorios como Vives, Sastre u Oriola) y principios de agosto en Madrid, es para ganar. Se habla mucho de las ausencias ajenas rumbo a Rumanía y Estambul, pero nadie tiene tantas y dolorosas como España. Rudy Fernández, Felipe, Claver, Mirotic y el episodio de Llull han atacado el núcleo duro de la Selección. Hay un histórico de desconfianza en cada gran torneo que, por lo general, siempre acaba por desmentirse.

Y por encima de todos, por supuesto, anda Gasol, Pau. La grandeza de Marc obliga a especificar ahora. En los últimos 16 años, sólo ha fallado a tres grandes campeonatos (los Eurobasket de 2005 y 2013 y el Mundial de 2010). “Ser español no es una excusa, es una responsabilidad”. De esa frase hizo Pau Gasol una manera de comportarse. No está ante un Eurobasket cualquiera. Puede ser el primer jugador en ganar tres MVP y superar a Cosic. O ser por cuarta vez máximo anotador e igualar a Gallis. Es muy difícil ser un jugador dominante en territorio FIBA durante 15 años. Gasol lo ha conseguido. Ahora estamos en vísperas de su, teóricamente, último baile. Pero eso venimos diciendo desde Londres 2012. Como en Vilnius el otro día, mejor decir que es su penúltimo palmeo.

Lo más visto

Más noticias