Kovacic encuentra su sitio

El Madrid cerró la gira americana con un empate frente a las estrellas de la Major Soccer League, un equipo integrado esencialmente por jugadores veteranos, la mayoría procedentes de Europa, casi todos en el estado crepuscular de su carrera. Sin embargo, su función es importante. Son el banderín de enganche en un país que tiene una difícil relación con el fútbol, que crece en Estados Unidos pero todavía no está en el alma de los norteamericanos.

El partido se pareció a la tradicional variedad de los encuentros de las estrellas, partidos festivos que se distinguen por cualquier cosa, menos por el rigor. En el mítico Soldier Field, la casa de los Bears de Chicago, en la orilla del lago Michigan, los dos equipos jugaron sin otra preocupación que divertir al personal. Mereció ganar el Madrid, que salió del partido con más de 30 remates.

También se despidió con el aire indulgente que ha caracterizado a su defensa durante toda la gira. Sin una victoria en los cuatro encuentros disputados (Manchester United, Manchester City, Barça y MLS Stars), el Madrid ha pasado de puntillas por Estados Unidos. Apenas ha dejado noticias positivas, pero tampoco ha abierto especiales sospechas. Por raro que parezca, los grandes triunfadores han sido dos ausentes: Cristiano Ronaldo y Pepe. Durante sus largas trayectorias en el equipo, los dos han aportado la fiebre necesaria para elevar el grado competitivo al Madrid.

Pepe jugará en el Besiktas. El Madrid le echará de menos y los rivales festejarán su ausencia. O el joven Vallejo mejora sustancialmente sus prestaciones veraniegas, o el Madrid tendrá que valorar seriamente el fichaje de un central. Varane, que impresiona a cualquiera en sus mejores días, suele acusar baches preocupantes durante la temporada. Esta vez se ha distraído más de la cuenta durante la pretemporada.

La mejor noticia ha sido Kovacic en la posición más conveniente a sus condiciones. Es un interior de libro, no un medio centro. Y es más un ocho que un 10. Modric no tiene un mal relevo en su compatriota. A Kovacic le falta por añadir una mayor participación en el juego a su mejor virtud: la conducción. En esta faceta es un maestro. Como interior ha abandonado su irritante tendencia al pase lateral para superar líneas con pases filtrados y regates.

Los jóvenes han dejado más destellos que buenas actuaciones. Ceballos y Marcos Llorente se han visto perjudicados por el calendario. Disputaron la Eurocopa Sub-21 y se incorporaron más tarde que los demás al equipo. Sobre Marcos Llorente pesa una de las mayores interrogantes de agosto: ¿Seguirá o será cedido? Había interés por observar el desempeño de Theo en la posición de Marcelo. Su intervención fue decreciente en la gira, pero frente al United manifestó su tremendo potencial. Fue imparable. El penalti que sufrió ante Lindelof, uno de los fichajes de Mourinho, explicó su mejor cualidad: una velocidad supersónica. Convirtió el central del Manchester en una banqueta.

Sorprendió la escasa aportación de Bale y, en menor medida, de Benzema. El galés sólo jugó por la derecha contra el Barça. En el resto de los partidos disfrutó de las libertades que se asocian a los medias puntas. No dejó buenas sensaciones. Espolvorea sus jugadas, algunas muy buenas, aquí y allí, pero todavía parece un electrón libre, sin demasiada conexión con el equipo y muy poca con las necesidades del juego. En el capítulo defensivo, regresó a un preocupante grado de desatención. En muchos momentos de la gira, el ensimismado Bale ha dado alimento a los rumores.

Los números de la gira dejan al Madrid con cinco goles a favor en cuatro partidos, una media bajísima para un equipo diseñado para el gol. Aunque no se antoja un asunto preocupante, la estadística americana del Real Madrid rescata la figura del ausente Cristiano Ronaldo, un cheque al portador en el área.

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