OPINIÓN

Una oportunidad para el Barça: Dembelé, Di María...

Se rompió la cuerda. La voluntad de (papá) Neymar le llevará a jugar en el PSG y el Barcelona anda contrariado ante un escenario que nadie se imaginaba hace apenas unas semanas. El desaire sostenido del brasileño, retransmitido en el mundo entero con las idas y venidas del padre y la complicidad del futbolista, no debería tener un efecto devastador en el proyecto de Valverde. Al club azulgrana le conviene ver el asunto como una oportunidad.

Entiéndanme. Nadie discrepa del talento extraordinario y de la previsible proyección de Neymar. No anda lejos de Messi y de Cristiano y asumirá, posiblemente, su testigo cuando estos den un paso atrás. Parece, sin embargo, que la tiranía del tridente no ha favorecido a un Barcelona con menor excedente de calidad en su plantilla si se compara con la del Madrid. La salida del brasileño le permitirá equilibrar un equipo descompensado y escaso de meritorios de nivel. El mercado le ofrece a Albert Soler y Robert Fernández, administradores de la cifra millonaria que entrará en las arcas del club, opciones netamente interesantes.

Los nombres ya están bajo foco público: Dybala, Coutinho, Mbappé, Griezmann, Dembelé, Di María... El Barcelona no tiene que promover un simple cambio de cromos y sí debe apostar por incorporar, preferiblemente, a tres jugadores que potenciaran su cuajo competitivo. Todos los nombres anteriores cumplen la premisa, pero algunos (Griezmann, Dybala o Mbappé) exigirían el pago de una millonada que no resolvería los problemas estructurales del Barça actual. Fichar a Dybala, por ejemplo, tampoco parece la respuesta futbolística adecuada. El argentino encaja como delantero o segundo punta, espacio bien ocupado por Luis Suárez, y no luce tanto acostado en una banda.

Pues bien, si el Barça se moviera bajo este razonamiento, dos futbolistas emergen como las alternativas más lógicas. La juventud y desequilibrio individual de Dembelé, velocista en el terreno de juego, se ajusta al tipo de jugador que gusta a Valverde en las bandas. También Di María sería un refuerzo estupendo para fortalecer el costado izquierdo, sin referencia tras el adiós de Neymar, y como posibilidad evidente en la línea de tres de la medular debido a su explosividad física y capacidad de presión sin balón. Asimismo, el Barcelona no puede olvidar su necesidad de reclutar un centrocampista (llámese Verratti, Ander Herrera o Eriksen) que hasta el momento le ha sido imposible firmar. Uno de estos tres jugadores, con características diferentes, resultaría idóneo en una temporada que podría significar el decaimiento final y un posible adiós de Iniesta. La cuenta saldría seguramente más cara que lo recibido por Neymar, pero en apariencia este Barça dispondría de más argumentos para cambiar el paso a corto plazo y frenar a un Madrid sin cadenas.

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