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Houston, tenemos un problema

Sólo era un partido de pretemporada. Lo sé. Pero el Madrid no puede permitirse un batacazo de este calibre y menos cuando está defendiendo su brillante escarapela que la acredita como campeón de Europa y del Mundo. Y eso que en el primer tiempo el equipo titular mostró buenos destellos en la elaboración (sobre todo Modric e Isco), además del habitual repertorio de virguerías a las que no tiene acostumbrados Marcelo por su banda. Pero resultó sintomático que ante el City de Guardiola (que hizo una presión arriba muy eficaz) el mejor hasta el descanso fuese Keylor. El tico evitó lo que luego fue inevitable (y eso que Kiko Casilla apenas pudo hacer nada en los cuatro goles recibidos). Hizo tres paradones a Gabriel Jesús (2) y al Kun que acreditan el acierto de haberle mantenido la confianza tras ser Keylor el portero titular en la Undécima y la Duodécima. Pero el problema de este Madrid no está en la portería…

Está arriba. La ausencia de Cristiano se nota de forma alarmante. El hombre-gol de estos últimos ocho años tiene tanta influencia en el poder ofensivo de los blancos que cuando no está se remarca las deficiencias de la bb de la bbC. Bale y Benzema no facturan ante la portería rival. Karim, al menos, lo intentó un par de veces y se encontró con la respuesta de Ederson. Bale, ni siquiera eso. El Madrid no tiene gol. Sólo el que le garantiza Cristiano. Pero el sábado no estará en el Clásico de Miami y eso preocupa. Mucho. No hay que agobiarse porque lo bueno empieza el 8 de agosto ante el United de Mourinho en Macedonia. Pero las sensaciones son inquietantes. Incluso, pasó inadvertido el debut de Ceballos y Vallejo. Dieron la cara y hasta el central casi marca un gol. Hubiese sido la demostración mayor del fallo que sufre la máquina de Zizou. Si los goles los tienen que meter los centrales o Casemiro, autor de uno de los dos goles en lo que va de Gira Americana junto con Óscar, eso significa que “Houston, tenemos un problema”.