JUAN GUTIÉRREZ

Ministro en tiempos de pactos

Que un ministro de Deportes no haya visto el Clásico Real Madrid-Barcelona suena, de entrada, bastante raro. Pero si luego ahondas un poco más en el currículo de Íñigo Méndez de Vigo, la sorpresa decrece.

Que un ministro de Deportes no haya visto el Clásico Real Madrid-Barcelona suena, de entrada, bastante raro. Pero si luego ahondas un poco más en el currículo y en las preferencias de Íñigo Méndez de Vigo, la sorpresa decrece. El ministro, que también es portavoz del Gobierno, seguía a esa misma hora en directo los resultados de las Elecciones de Francia. La política internacional y la Unión Europea marcan la andadura de este gestor de 61 años. Y de ahí emanan algunas de sus ideas para el deporte, como sus propuestas de que los países comunitarios luzcan la bandera de la UE en los Juegos Olímpicos y de que la final de la Champions se celebre en el Día de Europa. Ese europeísmo también le ha habituado a llegar a pactos para todo, a puntos de encuentro, según nos contó ayer durante su visita a AS.

También nos contó que, en un ministerio tan amplio como Educación, Cultura y Deporte, combate sus posibles lagunas "apoyado en un gran equipo". A su llegada, en ese equipo estaba Miguel Cardenal, de quien destacó su gestión. Pero Cardenal andaba enfrentado a Alejandro Blanco y a Ángel María Villar, cada vez más alejados y cada vez con más adeptos reclutados en dos amplios bandos. En esta legislatura sin mayorías, donde son imprescindibles el diálogo y los acuerdos, le encajaba más otro perfil. Ahí entró en juego José Ramón Lete, que ha normalizado relaciones. De ese espíritu pactista dependen ahora igualmente los Presupuestos del Estado. Y de su aprobación están pendientes las Federaciones, amenazadas por una rebaja del 20%. Son tiempos de pactos. También para el deporte.