El Racing se mide a sí mismo

El mensaje que lanzó ayer Viadero en la sala de prensa, “no vamos a disfrutar, vamos a competir e intentar superar la eliminatoria”, es impecable. Utópico, pero impecable. La historia de la Copa está llena de bombazos como el que podría suponer que el Racing eliminara esta noche al Athletic. Más o menos, uno al año. Lo cierto, sin embargo, es que las opciones reales ante un rival superior que tiene la eliminatoria encarrilada, que juega en casa y que da la impresión de que va a tomárselo en serio son mínimas. Lo importante para el Racing, más allá de comprar el boleto (que también), es que esta noche el equipo sea consciente de la historia de su club (por ejemplo, que no aparezca por San Mamés a selfie limpio) y que aproveche la cita para medir su gen competitivo de cara al gran objetivo del año: el ascenso de categoría.

La temporada se la va a jugar el Racing en los playoff de junio y allí va a tener que ser competitivo y sacar lo mejor de sí mismo. Durante toda la temporada está jugando en campos vacíos o con más afición racinguista que del rival y en cambio en las eliminatorias finales se va a encontrar con el Carlos Belmonte, el Rico Pérez o estadios similares con miles de espectadores animando a su contrincante. Por eso, si es capaz de competir esta noche en un templo del fútbol español, con una de las aficiones que más empuja en contra y ante un gran equipo, el Racing habrá superado una prueba importante. Dicho esto, hay que reconocer que hasta ahora los de Viadero han dado la cara ante los rivales de más enjundia, incluido el Athletic en la ida. Yo, por si acaso, he comprado el mismo décimo que los jugadores, el que empieza por 02.

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