Scariolo, hay que dar libertad al jugador
Señor Scariolo, en un medio de comunicación usted expresaba su temor, diciendo que la preparación del equipo nacional no era la más adecuada para competir en los próximos Juegos de Brasil. Mire usted, con todo el respeto le quiero manifestar mi opinión: su declaración la interpreto como una forma de cubrir su responsabilidad en caso de no obtener el resultado que todos los aficionados desean y esperan, son conscientes de las dificultades que hoy día tienen unos Juegos.
Permítame, señor Scariolo, que le exponga lo siguiente: los jugadores que forman el actual equipo nacional llevan jugando juntos unos diez años, algunos son compañeros de club y todos conocen perfectamente la forma de jugar de cada uno y sus particularidades y personalidad. Quiero añadirle que usted, en este equipo, tiene dos o tres jugadores titulares en la NBA, otros que también están en esa liga, y los mejores jugadores de la Liga Endesa. Por favor, no me hable de problemas en la preparación. Mire, estos jugadores han jugado este año más de 60 partidos. Lo que necesitan es descansar, estar con la familia y sus amigos y cuando falten diez días, se concentran y puede estar seguro de que estarán preparados para competir al máximo nivel, siempre que usted como entrenador no imponga sus criterios y deje que estos jugadores demuestren su personalidad y calidad. No quisiera que se repitiera el fracaso del último Mundial: la imposición de tácticas por parte del entrenador arrastró al fracaso de los jugadores.
Señor Scariolo, permítame que le dé, como exjugador, dos conclusiones que la experiencia, a lo mejor equivocada, me han dado estos años. Como jugador no quiero un entrenador que quiera ganar él los partidos. Yo prefiero que el entrenador esté contento y que lo ganen los jugadores. Pensamiento personal. Los grandes jugadores dan nombre y hacen buenos a los entrenadores. Por eso hay que dejarles que impongan su personalidad. Esto se puede aplicar a todos los deportes.
Jordi Bonareu fue internacional en los años 50. Ostentó el récord anotador de la Selección durante 34 años: 45 puntos a Bélgica.