El Bernabéu te estará esperando

El gran capitán se marchó del Madrid hace seis veranos por la puerta de atrás. En aquel acto inexplicablemente íntimo en el palco del Bernabéu reposaban todos sus trofeos y los que allí estuvimos derramamos muchas lágrimas de nostalgia y de rabia. Nunca entendimos bien (los raulistas me refiero) por qué el club le ponía sordina al adiós del jugador más grande y ejemplar que había tenido desde los tiempos de Di Stéfano y Gento. Pero Raúl no hizo sangre con aquello, se abrazó con los ojos humedecidos a los únicos 200 aficionados que entraron ese día al estadio a la hora en la que las calles se derretían por el calor y puso rumbo al frío minero de Gelsenkirchen...

En esta entrevista en la que el siete se sincera con Marco Ruiz noto a un Raúl constructivo que pone la lupa en esa puerta que el madridismo siempre tendrá abierta hasta que él ponga en su hoja de ruta existencial su fecha de regreso. Volverá cuando él quiera y de lo que quiera, porque nadie le va a pedir su currículum dado que en cuestiones de madridismo militante es Doctor Honoris Causa. Él, como casi todos, prefiere un modelo con director deportivo. Una pieza fundamental para evitar caprichos de despacho o fichajes fallidos y costosos como los de Illarra o Lucas Silva. Yo a Raúl le veo de entrenador en el Bernabéu. Eso sí, cuando el maestro Zidane haya decidido jubilarse con varias Champions más encima.