Saúl, otra vez inmenso

El otro día, ante el Celta, sus lágrimas fueron una de las imágenes del partido. Saúl lloraba en el banco, destrozado: un error suyo había roto el partido, había evaporado la Copa. “No me como la cabeza. La filosofía es clara: mañana empieza un nuevo día”, decía Preciado en la derrota y así hizo Saúl en el Camp Nou. Enjugó las lágrimas con fútbol, con otro partido impresionante. Impresionante. Esa fue la palabra con la que un Simeone casi afónico calificó en sala de Prensa el partido de su equipo.

Porque se jugaba el Atleti el liderato con el Barça y Simeone perdió este partido y cuatro hombres para el siguiente: Filipe, Godín, Juanfran y Augusto (hoy se conocerá el alcance de su lesión). Pero el Cholo no buscaba excusas. Al contrario. El Cholo alababa a los suyos, porque sí, el Atleti perdió, pero el partido de su equipo, el de Saúl, el de Carrasco, son de esos que hacen la rojiblanca más grande. “Esta derrota traerá algo en el futuro...”. También lo dijo el Cholo ayer. Y hoy ya es un nuevo día.

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