Alemania no tiene que dar miedo

Si hay un partido feroz donde los haya en la historia del balonmano, ese fue un España-Alemania en tiempos no muy lejanos. Sucedió en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Eran los cuartos de final y ambos equipos salieron con el cuchillo entre los dientes desde el primer minuto. Hubo empate al término del encuentro. Prórroga y 28-28. Nueva prórroga y 30-30. Los jugadores acabaron destrozados. Mental y físicamente. ¡Cómo sería que sólo fueron capaces de meter dos lanzamientos en la serie de penaltis a la que se recurrió para poner fin al partido! Ya no había brazo para lanzar. Los dos únicos goles fueron de Alemania. Pero eso no iba a quedar así. Desde entonces hemos ganado más que perdido.

Tardó un poco, porque el siguiente enfrentamiento, en el Europeo 2006 hubo otro empate, esta vez válido al ser en la liguilla. Después vino la derrota en el Mundial 2007, celebrado en Alemania. No hubo más en ningún campeonato. Victoria por 30-22 en el Europeo 2008, por 25-20 en el de 2010, por 26-24 en el Mundial 2011 y por 32-29 en este Europeo. Y mientras ellos ganaban dos medallas entre Juegos, Mundiales y Europeos desde Atenas 2004, nosotros seis. Ahora tratan de recuperar su nivel, pero antes tendrán que derrotar a los Hispanos. Y ya saben lo que ha dicho Cadenas: “A Polonia hemos venido a por el oro”. Si Alemania también lo quiere, va a tener la victoria tan cara como en aquel partido feroz.

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