Fallo electrónico... y me fui recto

MotorLand. Carretera tras carretera y entre pueblos pequeñitos que vas cruzando mientras recorres Teruel, en una zona con pinta de desierto se levanta uno de los circuitos más bonitos del Mundial. Es el GP de casa para muchos y se respira un ambiente motero 100%, en un trazado largo, divertido pero complicado a la misma vez, con muchas curvas ciegas a la vez que frenadas complicadísimas en las que debes exigirte no cometer ni un error.

Obligatorio brillar. Empieza el fin de semana ya el jueves, cuando mucha gente llena el pit lane para ver los boxes y a nosotros, y nos toca a los pilotos salir de nuestras oficinas a firmar autógrafos y hacernos fotos. Cuando sales y ves tanta gente esperando, sientes felicidad y a la vez presión, sabes que esa gente viene a ver lo que eres capaz de hacer, no hay excusas. Eso pensé yo… ¡Este fin de semana es mío! ¡Debes brillar, tío!

Completo. Comenzamos el viernes con tiempos muy buenos, pero no solo yo, sino todos. La puesta a punto en un circuito así es imprescindible. En todos necesitas llegar al domingo con una moto que te permita girar, traccionar, frenar en la distancia mínima posible y con paso por curva, todo combinado con la electrónica. En muchos puedes sacrificar algo para beneficiar lo demás pero Aragón ¡tiene de todo! Frenadas, rectas muy fuertes, inclinadas, cambios de dirección lentos y rápidos, aceleraciones de segunda y de cuarta-quinta, ángulos cerrados y largos... Los entrenamientos son duros y exigentes. Probamos la moto con mil reglajes para conseguir el mejor resultado y lo encontramos.

Algo falló. Tras dar muchas vueltas en los libres me di cuenta de que tenía moto. El sábado hice uno de los mejores oficiales del año, por los pelos no me colé en el la primera línea, pero aún así una cuarta posición en parrilla era suficientemente buena como para salir relajado a carrera. Iba a ser una carrera divertida en la que podría dar lo mejor de mí. Y así fue en las primeras vueltas, pero justo en la frenada de la curva 7, al reducir de tercera a segunda algo falló. Ahora estamos usando el famoso cambio seamless, en el que cuando cambias de marcha no hace vacío. Por un fallo electrónico me entró punto muerto y automáticamente la moto perdió todo el freno motor, se levantó y me fui recto. Y, además, perdí la goma que va en la punta de la palanca y cada vez que intentaba meter o quitar marcha se me iba resbalando la bota.

Una pena. La cosa marchaba bien, iba tranquilo a mi ritmo tras Iannone y Vale, sabía que se escaparían pero estar allí me habría asegurado la quinta plaza. Pero no, me fui largo y perdí media vuelta cambiando mapas de potencia para solventar el problema, en total unos seis segundos. Correr en casa y tener un buen ritmo para aspirar al ‘Top 5’ no fue suficiente para vencer a la mala suerte. ¡Pero seguiremos trabajando!

Próxima cita. ¡Japón! Qué bonitos recuerdos. Me proclamé campeón del mundo en 2013 y hace poco logramos ganar las famosas 8 Horas. ¡Qué ganas de volar a ese país y buscar mejor suerte que en Aragón en un circuito que me encanta! ¡Motegi!

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