La confusa fórmula de Henri Desgrange
Plumelec ya albergó la meta de una contrarreloj por equipos en 1982. Venció el Ti-Raleigh, la escuadra más laureada en esta especialidad con nueve victorias (más otras tres con su posterior denominación de Panasonic). Un rodillo holandés dirigido por Peter Post que sumó 986 triunfos en nueve temporadas. En el Tour de 1978 se llevó ocho y en el de 1980 cazó 11, más la coronación en la general de Joop Zoetemelk.
Pero las cronos por equipos no siempre fueron como las conoció el Ti-Raleigh. Henri Desgrange, el creador del Tour, acabó furioso en 1926 por la escasa combatividad. Así que inventó una fórmula revolucionaria para animar la carrera en el llano. De las 24 etapas, un total de 16 se correrían por equipos, con salidas separadas, en una especie de persecución. Pero con un ganador individual.
Así, a las 7:00 del 19 de junio, el Alcyon tomó la salida en París camino de Dieppe para cubrir 180 km. A las 7:15 lo hizo el Alleluia. A las 7:30, el JB Louvet. A las 7:45, el Dilecta. Y a las 8:00, al fin, 103 isolés agrupados caóticamente. Francis Pelissier, del Dilecta, ganó la etapa. Pero el invento no caló en el público, que no entendía la carrera.
Al año siguiente, Desgrange insistió, pero con retoques. Los isolés fueron agrupados en 11 equipos regionales y se permitió la sustitución de tres corredores antes de los Pirineos para contrarrestar al poderoso Alcyon. Tampoco funcionó. En 1929, al patrón no le quedó más remedio que dar marcha atrás, aunque con una excepción: se reservaba el derecho a recurrir a las salidas separadas cada vez que la media bajara de 30 km/h. Aquel año lo hizo tres veces.