Villar en FIFA y su hijo en CONMEBOL

La pregunta que más gente me hace estos días es si Villar acabará saliendo a relucir en la investigación del FBI. Mi respuesta es que me sorprendería mucho. No porque pueda ser más astuto que otros para ocultar movimientos, sino porque no creo que se haya corrompido. No me parece de esa pasta. Sí se ha dejado llevar y traer, ha ido entrando en las comodidades y pequeñas regalías de ese mundo de la ‘jet’ futbolística, ha ahorrado gastos y ha ingresado buenas dietas. Con eso y los años se ha hecho un cierto patrimonio inmobiliario. Pero no es un Nicolás Leoz ni un Jack Warner.

No, no creo que haya cogido, aunque haya formado parte de la banda. Sí, es vicepresidente de la FIFA, donde ha presidido importantes comisiones. Ahora preside la de arbitraje. Pero siempre he pensado que su posición teórica es más bien la de ‘tonto útil’. Antes de aquellas elecciones simultáneas de las sedes para 2018 y 2022, estaba seguro de haber pactado con Qatar apoyo mutuo: para vosotros el 22, para la mía (conjunta España-Portugal) el 18. A la hora de la verdad ganaron Rusia y Qatar y él se quedó con tres palmos de narices. Los que mueven los hilos necesitan gente como él.

Ese día hizo un discurso innecesario y excesivo hasta en la duración, que causa rubor recordar, elogiando la honradez de sus compañeros del Comité Ejecutivo. Entre otras cosas dijo: “Todos sois honestos y trabajadores (...). Ya está bien de que todo el mundo nos calumnie. El proceso de candidatura es limpio...” Los Leoz ,Teixeira y demás se quemaron las palmas aplaudiendo. Pienso que dijo lo que creía. No, Villar no es de coger, aunque sí quizá de “no me des pero ponme donde haya”. Ha vivido bien con esto. Su hijo Gorka es director general de la CONMEBOL. Por esa zona sí que hay mucho peligro.

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